domingo, 9 de mayo de 2010

" QUIEN EXCLUYE A DIOS DE SU VIDA, FALSEA SU REALIDAD


Al leer aproximadamente 300 páginas de la cuidad de Dios, me ha quedado la sensación de que la realidad de Roma que san Agustín comenta en ésta magistral obra, es muy similar a la que nos ha tocado vivir en éstos tiempos de confusión.
La frase que he escrito al principio es como una síntesis de lo que san Agustín habla en su libro y lo que la sociedad de hoy vive. Parece ser que después de más de 2000 años de la venida de Cristo, el mundo vive como en una caricatura, como en una realidad fuera de la realidad, como si la negación absoluta del Dios que vino a mostrarnos Jesús, fuera la solución para vivir una vida más “auténtica” según los pararametros consumistas y hedonistas que desde distintos flancos (especialmente los medios de comunicación) son disparados como dardos encendidos hacia el hombre de hoy para borrar de él la impronta de Dios, que le da la verdadera identidad como heredero de algo más grande que éste medio caduco, efímero y contingente.
Los antiguos griegos pasaron del mito al logos y, haciendo un recorrido por los grandes filósofos helenos que hicieron del uso de la razón una verdadera virtud, tanto así, que la sabiduría se consideraba como belleza; pero parece ser que en los tiempos actuales que son los de el avance tecnológico, donde la ciencia ha llegado a limites que el ser humano nunca imaginó, el hombre ha retrocedido en el paso del Logos al mito. El hombre de hoy día ha dejado la Verdad, por irse detrás energías, cuarzos, piedras, velas de colores, imágenes de buda, astros celestes y cuanta cosa le de bienestar, placer, dinero y lo haga dios de sí mismo, pero sin Aquel que lo ha querido divinizar con Él, en Él y para Él.
Es verdad hemos falseado nuestra realidad más sublime, la de hijos de Dios, y, entonces como en tiempos de san Agustín, a quién hachcar la culpa de todos los males que a caen sobre la humanidad de hoy…
Dios desde el principio le ha dado al hombre el regalo de la libertad para escoger la verdad que es Él mismo, y su verdad, es decir, la verdad que él quiere vivir; no nos hemos dado cuenta que este ejercicio de la libertad que Dios nos regala es el verdadero ejercicio de la razón orientada hacia única verdad por la que el ser humano se ha desgastado durante toda su vida.
Desde la ilustración se ha querido hacer creer que en la edad media no hubo progreso en el pensamiento humano, y que esa época fue totalmente oscurantista porque todo se reflexionaba desde Dios. Hoy todo se trata de pensar y hacer sin Dios; me pregunto entonces ¿cuál será la verdadera época oscurantista? Muchos tratan de míticos a aquellos que tienen a Dios como centro y única verdad de su vida, y tratan de pensamiento libre a otros con una cierta filosofía panteísta.
Pregunto al igual que san Agustín preguntaba a los romanos de su época sobre sus dioses ¿dónde está oh hombre tu diosa razón que te ha llevado a vivir en un relativismo tal que te a hecho perder hasta tu propia verdad?, ¿dónde está oh hombre tu diosa ciencia que ha prometido el remedio para todos tus males, menos para tu vacío existencial y tu contingencia vitalicia?, ¿ dónde están tus tantos dioses que te prometen salud, dinero, placer, amor, “libertad”, si cada vez te ves más pobre, enfermo por dentro, egoísta y esclavo de ti mismo y del placer?, y, ¿dónde quedas tu hombre hedonista, que te has querido hacer dios de ti mismo, cundo no puedes gobernarte?
Podría concluir que la sociedad romana que vio san Agustín, no dista mucho de la sociedad que hoy presenciamos, y que en su mentira y degradación se precipita sin remedio hacia su propia destrucción siendo sólo ella la única culpable de tal catástrofe.


Javier Darío Díaz Gómez.

lunes, 19 de enero de 2009

MILAGRO EUCARÍSTICO DE LANCIANO


Lanciano, Italia- año 700

Lanciano es una pequeña ciudad medieval, que se encuentra en la costa del Mar Adriático de Italia, en la carretera entre San Giovanni Rotondo y Loreto. Lanciano significa - "Lanza". Se trata de la antigua Anxanum, de los pueblos Fretanos.
Aquí se conserva desde hace mas de doce siglos el primero y mas grande de los milagros Eucarísticos.

Descripción del Milagro

La parte de la Hostia en el centro del círculo de carne, aunque era realmente la Carne de Jesucristo, siguió teniendo los accidentes de pan sin levadura después del milagro, tal como ocurre en cada Consagración. Se mantuvo por muchos años pero se desintegró porque la luneta que la contenía no había sido herméticamente cerrada.
La Carne y la Sangre actualmente visibles no solo son la Carne y la Sangre de Jesús como en toda Hostia consagrada, sino que mantiene hasta la actualidad los accidentes propios de carne y sangre humana.
La Carne, desde 1713, se conserva en un artístico Ostensorio de plata, de la escuela napolitana, finamente cincelado.
La Sangre está contenida en una rica y antigua ampolla de cristal de Roca.
La Hostia-Carne, aún se conserva muy bien. El tamaño de la hostia es como las hostias que el sacerdote eleva en las misas hoy día. Es ligeramente parda y adquiere un tinte róseo si se ilumina por el lado posterior. La sangre coagulada tiene un color terroso que tiende al amarillo Ocre.
El Milagro de Lanciano es un continuo milagro. La Hostia convertida en Carne y el Vino convertido en Sangre, sin el uso de ningún preservativo, están aun presentes en el relicario.

Historia del Milagro Eucarístico:

Un Monje de la Orden de San. Basilio, sabio en las cosas del mundo, pero no en las cosas de la fe, pasaba un tiempo de prueba contra la fe. Dudaba de la presencia real de Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía. Oraba constantemente para librarse de esas dudas por miedo de perder su vocación. Sufría día tras día la duda. ¿Está Jesús realmente y, substancialmente presente en la Eucaristía? Dudaba sobre el misterio de la transubstanciación.
Su sacerdocio se convirtió en una rutina y se destruía poco a poco. Especialmente la celebración de la Santa Misa se convirtió en una rutina más, un trabajo mas.
La situación en el mundo no le ayudó a fortalecer su fe. Había muchas herejías surgiendo durante esta época. Sacerdotes y obispos eran víctimas de esas herejías, las cuales estaban infestando a la Iglesia por todas partes. Algunas de estas herejías negaban la presencia real de nuestro Señor en la Eucaristía.
El sacerdote no podía levantarse de esta oscuridad que envolvía su corazón. Cada vez estaba más convencido, por la lógica humana, de esas herejías.

El Milagro

Una mañana del año 700, mientras celebraba la Santa Misa, el sacerdote estaba siendo atacado fuertemente por la duda y después de haber pronunciado las solemnes palabras de la consagración, vio como la Santa Hostia se convirtió en un círculo de carne y el vino en sangre visible. Estaba ante un fenómeno sobrenatural visible, que lo hizo temblar y comenzó a llorar incontrolablemente de gozo y agradecimiento. .
Estuvo parado por un largo rato, de espaldas a los fieles, como era la misa en ese tiempo. Después se volteo despacio hacia ellas, diciéndoles: ¡OH afortunados testigos a quién el Santísimo Dios, para destruir mi falta de fe, ha querido revelárseles El mismo en este Bendito Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos. Vengan, hermanos y maravíllense ante nuestro Dios tan cerca de nosotros. Contemplen la Carne y la Sangre de Nuestro Amado Cristo!
Las personas se apresuraron para ir al altar y, al presenciar el milagro, empezaron a clamar, pidiendo perdón y misericordia. Otras empezaron a darse golpes de pecho, confesando sus pecados, declarándose indignos de presenciar tal milagro.
Otros se arrodillaban en señal de respeto y gratitud por el regalo que el Señor les había concedido. Todos contaban la historia por toda la ciudad y por todos los pueblos circunvecinos.
La carne se mantuvo intacta, pero la sangre se dividió en el cáliz, en 5 partículas de diferentes tamaños y formas irregulares. Los monjes decidieron pesar las partículas y descubren fenómenos particulares sobre el peso de cada una de ellas.
Inmediatamente la Hostia y las cinco partículas fueron colocadas en un relicario de marfil.

Significado Espiritual de este milagro:

Deseos, ansias por salvarnos y que todavía sufre por tantos desprecios, blasfemias e indiferencias de nosotros pecadores.
Su Corazón es fuente abierta de gracia y misericordia. De este Corazón fluyó sangre y agua, símbolo de liberación y purificación para nuestros corazones.
Este Milagro Eucarístico de Lanciano nos llama a la reparación, a ser almas de oración constante, en reparación por tantos pecados, por los nuestros y por los del mundo entero.
Parece que Jesús hoy nos dice - (Habrá alguien que tenga compasión de Mi, que viva con amor, que cumpla con virtud y perfección su vocación, para que la Sangre Preciosa de Nuestro Señor no se derrame en vano...)
Este Milagro Eucarístico es un llamado urgente a la conversión, a reflexionar sobre nuestras vidas, pasadas y presentes. A tomar en serio la vida espiritual, y emprender el camino estrecho que nos lleva a la santidad, a la vida de virtud y perfección. Es una llamada de Dios a dejarnos purificar por el crisol del sufrimiento en nuestras vidas.
Además de que es muy significativo que este milagro sucediera en la ciudad llamada por el nombre de Longinos, el que traspasa el corazón de Jesús, y existe otro paralelo con lo que paso con Longinos: El sacerdote al contemplar el Corazón Eucarístico de Jesús y su sangre, recibió la gracia de la conversión.
Otro detalle importante es que en este milagro eucarístico Jesús permitió ser crucificado de nuevo. Después del milagro, la Hostia fue clavada a un pedazo de maComo ha sido comprobado, la Hostia que fue milagrosamente convertida en Carne, es compuesta del tejido muscular del corazón humano (miocardio).
Nuestro Señor muestra su Corazón Eucarístico, traspasado por los pecados de la humanidad. Corazón que se deja traspasar por Amor. Corazón humano y divino, que sufre y ama.
De tantas manera Jesús nos tiene que recordar que está vivo, que su Corazón arde de amor por los hombres, que su Corazón es de carne, con sentimientosdera, para que al secarse no se enrollara como le sucede a la carne. Aquí estaba El otra vez con clavos en Su Cuerpo, clavado a un pedazo de madera.

Frutos del Milagro:

En si mismo era un milagro espectacular.
Además de la renovación de la fe del sacerdote y de todos los testigos, Lanciano ha sido un lugar donde muchos han encontrado la fe en la Eucaristía, y otros han aumentado en esa fe.
De inmediato la noticia del Milagro Eucarístico y el testimonio de la transformación del sacerdote se extendieron por toda la ciudad y el país. Todas las personas hablaban del milagro. Los peregrinos concurrían a Lanciano para venerar la Hostia convertida en carne y el vino en sangre. Aumentó la Fe y devoción al Corazón Eucarístico de Jesús, y se extendió por todo el país.
Desde el principio, la Iglesia local aceptó este milagro como un verdadero signo del cielo, y veneró el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor en la Eucaristía en varias procesiones. Especialmente el día de su fiesta, que es el último domingo de octubre.
La fama del santuario se propagó rápidamente a través de la región y muy pronto toda Italia comenzó a hacer peregrinaciones a la Iglesia. Estas peregrinaciones no han sido solo locales, de todo el mundo llegan personas a venerar el Corazón de Jesús revelado en la Eucaristía.

Manuscritos

A través de los años se han escrito muchos relatos para mostrar la autenticidad del Milagro Eucarístico y milagros espirituEl milagro que ocurrió en el año 700 fue solo el comienzo. Eso fue hace más de 1250 años. Si después del milagro, la carne y la sangre se hubieran desintegrado, como esperaban muchos, de todas maneras ya ales como físicos que se han dado en este lugar. Por haber sido este un milagro tan importante, los antecedentes y la historia de los hechos fueron cuidadosamente registrados.
Hubo un manuscrito en griego y latín que confirma el milagro y que fue escrito y certificado en la misma época del milagro. En una cronología de la Ciudad de Lanciano, un historiador escribió que a principios de 1500, dos monjes de San. Basilio vinieron a la Iglesia, la cual estaba bajo la custodia de los Franciscanos y pidieron pasar la noche allí. También pidieron ver el pergamino que tenía la historia del Milagro Eucarístico de Lanciano. Los Franciscanos les dejaron estudiar el pergamino durante la noche. Pero a la mañana siguiente los monjes de San Basilio se fueron muy temprano antes de que los Franciscanos se despertaran y se llevaron el manuscrito.
Se cree que el motivo fue que los Monjes Basilianos estaban avergonzados de que uno de los suyos hubiera perdido la fe en la Eucaristía. El hecho es que nunca se recuperó dicho manuscrito.

La Iglesia del Milagro:

La Iglesia donde se encuentra el Milagro Eucarístico de Lanciano esta en el centro de la ciudad. Lo que es el centro de la ciudad hoy en día era el suburbio de la ciudad en el Siglo Ocho, cuando ocurrió el Milagro Eucarístico. En este tiempo se llamaba la Iglesia de los Santos Longinos y Domiciano, y estaba bajo la custodia de los monjes de San. Basilio del Rito Griego Ortodoxo. Esto fue antes del Gran Cisma de 1054.
Esta Iglesia del milagro permaneció bajo la custodia de los monjes de San Basilio hasta 1176, que fue cuando los Benedictinos llegaron. El edificio se había deteriorado mucho y los Benedictinos no estaban muy animados de cuidar de el. Los Frailes Menores Conventuales (Franciscanos), sin embargo querían custodiar el Relicario.
Uno de sus benefactores, el Obispo Landulfo fue nombrado Obispo de Chieti y les dio el Santuario. En 1252 los Benedictinos se fueron y los franciscanos se hicieron cargó de todo con Bula pontificia del 12/5/1252.
En 1258 los Franciscanos edificaron la iglesia actual en el lugar de la Iglesia original de San Legonciano. Esta fue transformada en 1700 del estilo románico-gótico al barroco.
En 1515, el Papa Leo X hizo de Lanciano una Sede Episcopal bajo la responsabilidad directa de Roma. En 1562 el Papa Pío IV escribió un Bula Papal elevándola a la Sede Arzobispal.
En 1666 los Franciscanos se encontraron en medio de una batalla legal con los Raccomandati, un grupo "selecto" de la ciudad, que pensaban que eran mejores que todo el mundo. Trataron de quitarle la Iglesia a los Franciscanos, poniéndole una demanda a la Iglesia original de San Longinos, sobre la cual fue edificada la Iglesia Franciscana. Si hubiera ganado, hubieran tenido las dos Iglesias.
El 25 de junio, de 1672, el Papa Clemente X declaró el altar del Milagro Eucarístico como un altar privilegiado en el Octavo día de los difuntos y en todos los lunes del año.
El Señor intervino por medio del Cardenal Giannetti de la Sagrada Congregación de Obispos y Religiosos, y los Franciscanos ganaron el caso. Inmediatamente aplicaron para obtener el escrito oficial, y 18 años mas tarde en 1684, se le concedió.
Durante el tiempo de Napoleón en 1809 los Franciscanos fueron arrojados de la ciudad. Pero volvieron con un triunfo solemne el 21 de junio, de 1953.
Diferentes lugares de Veneración dentro de la iglesia:
A través de los años el Milagro Eucarístico fue colocado en diferentes lugares en la Iglesia de San Francisco.
En 1566 la amenaza de los turcos se hizo dominante a través de la Costa Adriática. Por medidas de seguridad el Milagro Eucarístico fue sacado de su capilla y fue guardado en el otro lado de la Iglesia.
El 1 de agosto de ese año un fraile, Giovanni Antonio de Mastro Renzo, perdió la fe, no en la Eucaristía, sino en la habilidad o deseo de Dios para salvarlo a él y a su pequeño grupo de Franciscanos, de la embestida de los turcos. El fraile viendo la necesidad de salvar el Milagro Eucarístico de los Turcos, cogió el relicario que contenía la Carne y la Sangre del Señor y con sus frailes desapareció de la ciudad. Caminaron toda la noche.
Antes del amanecer, el Fraile Giovanni sintió que ya había suficiente distancia entre ellos y el enemigo y le ordenó a sus frailes que descansaran. Al salir el sol se dieron cuenta de que estaban de nuevo a la entrada de la ciudad. Creyeron que el Señor había intervenido porque quería que el Milagro Eucarístico de Lanciano fuera un signo de seguridad para las personas de la ciudad, un signo de que Dios no los había abandonado. Los frailes quedaron llenos del Espíritu Santo y ofrecieron permanecer en la Iglesia y proteger el Milagro Eucarístico con sus vidas.
Según esto ocurría, el Señor los protegía del mal, igual que a la ciudad de Lanciano y al Milagro Eucarístico.
La Carne y la Sangre de Nuestro Señor permanecieron guardadas hasta 1636, a pesar de que la amenaza de invasión de los turcos había desaparecido. En este tiempo el Milagro Eucarístico fue transferido al lado derecho del altar, encerrado en un tabernáculo de hierro. Había cuatro llaves para la bóveda, cada una guardada por diferentes personas de la ciudad. Esta fue llamada la Capilla Valsecca, en honor de su benefactor.
En 1713 el relicario de marfil fue reemplazado por el que hoy exhibe las dos reliquias. Es de plata y cristal. La hostia esta expuesta como regularmente se hace en una custodia y las partículas de sangre en un cáliz de cristal, que muchos creen es el cáliz original donde se dio el milagro.
En 1887, el Arzobispo de Lanciano, Monseñor Petarca, obtuvo del Papa Leo XIII, una indulgencia plenaria perpetua para los que veneraran el Milagro Eucarístico durante 8 días después del día de fiesta.
La Carne y Sangre Milagrosa estuvieron guardadas en esa capilla hasta 1902. Los fieles solo podían venerar el Milagro Eucarístico en ocasiones especiales, el Lunes después de Pascua y la última semana de Octubre, la semana de la fiesta. La Indulgencia Plenaria estaba disponible para las personas durante la fiesta.
En 1902 se determinó que la Capilla Valsecca era inadecuada para el Milagro Eucarístico. El Obispo Petarca, con el apoyo de los Lancianenses, le construyó un hermoso altar monumental donde está actualmente. Se puede subir a contemplar de cerca el milagro, por una escalera detrás del altar mayor. El tabernáculo está abierto por detrás para que se pueda ver el relicario que contiene la preciosa Sangre y Carne de Nuestro Señor.
Lanciano fue escogido como el lugar para el Primer Congreso Eucarístico de la región de Abruzzi del 23 al 25 de septiembre, de 1921.

Investigaciones científicas

En 1574 se hicieron pruebas de la Carne y la Sangre y se descubrió un fenómeno inexplicable. Las cinco bolitas de Sangre coagulada son de diferentes tamaños y formas. Pero cualquier combinación pesa en total lo mismo. En otras palabras, 1 pesa lo mismo que 2, 2 pesan lo mismo que 3, y 3 pesan lo mismo que 5. Este resultado esta marcado en una tabla de mármol en la Iglesia.
A través de los años se han hecho muchas investigaciones. Nuestro Señor se ha permitido ser pinchado y cortado, examinado a través de microscopio y fotografiado.
A las distintas investigaciones eclesiásticas siguieron las científicas, llevadas a cabo desde 1574, en 1970-71 y en 1991. En estas últimas, el eminente científico Profesor Odoardo Linoli docente en Anatomía y Histología Patológica y en Química y Microscópica Clínica, con la colaboración del Profesor Ruggero Bertelli de la Universidad de Sena, utilizó los instrumentos científicos más modernos disponibles.
Los análisis, realizados con absoluto rigor científico y documentados por una serie de fotografías al microscopio, dieron los siguientes resultados:
* La Carne es verdadera Carne. La Sangre es verdadera Sangre.
* La Carne y la Sangre pertenecen a la especie humana.
* La Carne está constituida por el tejido muscular del corazón. En la Carne están presentes, en secciones, el miocardio, el endocardio, el nervio vago y, por el relevante espesor del miocardio, el ventrículo cardiaco izquierdo.
* La Carne es un CORAZON completo en su estructura esencial.
* La Carne y la Sangre tienen el mismo grupo sanguíneo (AB).
* En la Sangre se encontraron las proteínas normalmente fraccionadas, con la proporción en porcentaje, correspondiente al cuadro Sero- proteico de la sangre fresca normal.
* En la Sangre también se encontraron estos minerales: Cloruro, fósforo, magnesio, potasio, sodio y calcio.
* La conservación de la Carne y de la Sangre, dejadas al estado natural por espacio de doce siglos y expuestas a la acción de agentes atmosféricos y biológicos, es de por sí un fenómeno extraordinario.

Fuente: corazones.org

domingo, 18 de enero de 2009

PROMESAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, SOBRE EL SANTO ROSARIO

PROMESAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


Las 15 Promesas de la Virgen María sobre el Santo Rosario, reveladas a Santo Domingo de Guzmán (en el año 1.214) son las siguientes:

1ª. Aquéllos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

2ª. Prometo Mi protección y las gracias más grandes a aquéllos que recen el Rosario.

3ª. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados y nos defenderá de las herejías.

4ª. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en sus deseos por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

5ª. El alma que se encomiende a Mí en el Rosario, no perderá su alma.

6ª. Quien rece el Rosario devotamente y lleve los misterios como testimonio de vida, no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7ª. Aquél que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

8ª. Aquéllos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida, en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia; en la hora de la muerte participarán en el Paraíso por los méritos de los Santos.

9ª. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

10ª. Los devotos del Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

11ª. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario, si es conveniente para la salvación de su alma.

12ª. Aquéllos que propaguen mi Rosario serán asistidos por Mí en sus necesidades.

13ª. Mi hijo me ha concedido que todo aquél que se encomiende a Mí al rezar el Santo Rosario, tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.

14ª. Son Mis niños aquéllos que rezan el Rosario, hermanos y hermanas de Mi único Hijo, Jesucristo.

15ª. La devoción a mi Santo Rosario es una gran señal de profecía.
La Virgen pide que se rece en estado de gracia, con un rosario bendecido entre las manos y de rodillas y devotamente (de corazón, no sólo de labios), prometiendo en recompensa grandes indulgencias aparte de las ya concedidas al Rosario propiamenteA quienes perseveren haciéndolo así hasta el fin de sus vidas, les promete plena remisión de la pena y de la culpa de todos sus pecados en la hora de su muerte, es decir, no tendrán que pasar por el Purgatorio sino que irán directamente al Cielo.


BENEFICIOS DEL SANTO ROSARIO

1. Nos otorga gradualmente un conocimiento completo de Jesucristo.

2. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos.

3. Nos facilita practicar la virtud.

4. Nos enciende el amor a Nuestro Señor.

5. Nos enriquece con gracias y meritos.

BENDICIONES DEL SANTO ROSARIO

1. Los pecadores son perdonados.

2. Las almas sedientas son refrescadas.

3. Aquellos que son soberbios encuentran la sencillez.

4. Aquellos que sufren encontrarán consuelo.

5. Aquellos que están intranquilos encontrarán paz.6. Los pobres encontrarán paz.

7. Los religiosos son reformados.

8. Aquellos que son ignorantes serán instruídos.

9. Los vivos aprenderán a sobrepasar el orgullo.

10. Los muertos (las almas santas) aliviarán sus dolores por privilegios.
INDULGENCIAS DEL SANTO ROSARIO
"Se confiere una indulgencia plenaria si el rosario se reza en una iglesia o un oratorio público o en familia, en una comunidad religiosa o asociación pía; se otorga una indulgencia parcial en otras circunstancias", (Enchiridion de Indulgencias, p. 67).


1. INDULGENCIA PLENARIA

La Iglesia concede indulgencia plenaria, una vez al día, al que rece una tercera parte del Rosario en una Iglesia, en un oratorio público, en familia o en una comunidad religiosa o asociación piadosa.

sábado, 17 de enero de 2009

SANTA FAUSTINA



Santa Faustina
Apóstol de la Divina Misericordia

"Cuánto deseo la salvación de las almas. Mi queridísima secretaria, escribe que deseo derramar Mi vida divina en las almas humanas y santificarlas, con tal de que quieran acoger Mi gracia. Los más grandes pecadores llegarían a una gran santidad si confiaran en Mi misericordia. Mis entrañas están colmadas de misericordia que está derramada sobre todo lo que he creado. Mi deleite es obrar en el alma humana, llenarla de Mi misericordia y justificarla. Mi reino en la tierra es Mi vida en las almas de los hombres. Escribe, secretaria Mía, que el director de las almas lo soy Yo Mismo directamente, mientras indirectamente las guío por medio de los sacerdotes y conduzco a cada una a la santidad por el camino que conozco solamente Yo" (Diario, 1784).

El 30 de abril del año 2000, al canonizar a la beata Sor María Faustina Kowalska, el Papa Juan Pablo II concluyó un proceso que él mismo inició en 1965, siendo el entonces joven Arzobispo de Cracovia Karol Wojtyla. Fue a él a quien, en 1967, ya como Cardenal, le correspondió concluir el proceso informativo diocesano, y a quien en 1993, ya como el Papa Juan Pablo II, le correspondió beatificarla.
En un peregrinaje realizado por el Papa a la tumba de Sor Faustina en 1997, refiriéndose a su propia conexión con la misión de Sor Faustina, el Papa declaró: "El mensaje de la Divina Misericordia siempre ha estado muy cercano y es muy estimado por mí... (Y él) en cierto sentido ha forjado la imagen de este Pontificado". En su audiencia general del 10 de abril de 1991, el Papa habló de Sor Faustina mostrando el gran respeto que le tiene, relacionándola con su segunda encíclica papal: Rico en Misericordia y enfatizando el papel que esta religiosa había desempeñado al llevarle al mundo el mensaje de la misericordia.
Primera santa del nuevo milenio
Sor Faustina se convirtió en la primera santa del nuevo milenio. ¿Y quién fue ella? Sor Faustina nació en Polonia en 1905, en una pobre y numerosa familia campesina, en la cual se le inculcó fuertemente, en particular a través de su padre, el amor a Dios. Con tan sólo un año y medio de estudios escolares, y habiendo trabajado como servidora doméstica, ingresó por inspiración divina en 1925 al Convento de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, donde combinó sus deberes religiosos con las tareas de cocinera, jardinera y portera en su convento.
A esta sencilla monja, no formada, pero dotada de una vida interior llena de profundas revelaciones divinas y extraordinarias experiencias espirituales, la escogió el Señor Jesús como "Secretaria" y "Apóstol" de su Divina Misericordia, "en preparación a Su segunda venida". A través de ella quiso Jesús recordar al mundo la eterna verdad del amor misericordioso de Dios al hombre, transmitiendo nuevas formas de devoción a la Divina Misericordia e inspirando un movimiento de renacimiento de la vida religiosa en el espíritu cristiano de confianza y misericordia.
Jesús dijo a Sor Faustina: "Deseo que Mi misericordia sea venerada; le doy a la humanidad la última tabla de salvación, es decir, el refugio en Mi misericordia" (Diario, 998). "(...) Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos" (Diario, 848).
La vida espiritual de Sor Faustina se basó en la humildad profunda, la pureza de intención y la obediencia amorosa a la voluntad de Dios, a imitación de las virtudes de la Santa Virgen María. Escribió y sufrió en secreto. Solamente su director espiritual y algunas de sus superioras estuvieron conscientes de que algo especial pasaba en su vida. Después de su fallecimiento por tuberculosis múltiple, a los 33 años de edad, hasta sus compañeras más cercanas se quedaron asombradas al descubrir las profundas experiencias místicas y los grandes sufrimientos que le habían sido dados a esta hermana, que siempre había sido tan alegre y humilde.
Sor Faustina escribió en su diario dirigiéndose a Jesús: "Mi mayor deseo es que las almas te conozcan, que sepan que eres su eterna felicidad, que crean en Tu bondad y alaben Tu infinita Misericordia". En un comentario profético, Sor Faustina escribió en su diario: "Siento muy bien que mi misión no terminará con mi muerte, sino que apenas empezará. OH, almas que dudan, les descorreré las cortinas del cielo para convencerlas de la bondad de Dios".

LA CONFESIÓN CON UN SACERDOTE

Acerca de la Confesión con el Sacerdote
Palabras del Señor a la Hermana Faustina Kowalska de Polonia (beatificada)
Cuando tu vayas a la confesión, a esta fuente de Misericordia; la Sangre y Agua que fluyó de mí Corazón siempre fluye sobre tu alma... En el Tribunal de la Misericordia [El Sacramento de la Reconciliación]... los milagros mas grandes toman lugar y se repiten incesantemente...Aquí la miseria del alma se encuentra con el Dios de Misericordia. Vengan con fe a los pies de mi representativo... Yo mismo estoy esperándoles allí. Yo tan solo estoy escondido por el Sacerdote... Yo mismo actúo en tu alma... Haz tu confesión ante Mí. La persona del Sacerdote es, para mi, solamente una pantalla. Nunca analices que clase de Sacerdote es que Yo estoy usando; ábrele tu alma en la confesión como si lo hicieras conmigo, y Yo te llenaré con Mí Luz... Así estuviera un alma como un cadáver descompuesto, de tal manera que desde el punto de vista humano no hubiera esperanza de restauración y que todo ya estuviera perdido, no es así con Dios. El milagro de la Divina Misericordia restaura esa alma en plenitud.... Desde esta fuente de Misericordia las almas atraen gracias solamente con la vasija de la confianza. Si su confianza es grande, no hay límite a mi generosidad.
Nuestro Señor ha enfatizado la necesidad de que nosotros vayamos a la confesión y de que le recibamos en la Sagrada Eucaristía para que podamos obtener los más grandes regalos de su Misericordia.
Como católicos tenemos la fuente de Misericordia en el confesionario y en la Preciosa Sangre de la Eucaristía.

ROSARIO DE LA MISERICORDIA

PALABRAS DE JESÚS SOBRE EL ROSARIO DE LA MISERICORDIA
El Señor le dedicó 14 revelaciones: "Por medio de este rosario obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con mi voluntad."(VI,93)
"Quien lo rece, alcanzará gran misericordia en la hora de su muerte."(II,129)
"Cuando los pecadores empedernidos recen este rosario, llenaré sus almas de paz, y será feliz la hora de su muerte."(v,124)
Comienza con un PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y CREDO, y luego con un rosario, reza 5 decenas. Cada decena comienza diciendo:
"PADRE ETERNO, TE OFREZCO EL CUERPO, LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO."
Sigue repitiendo 10 veces, en cada decena:
"POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO."
Al final del rosario se repite tres veces:
"SANTO DIOS,SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO."(I,197)
Por último, es bueno rezar la SALVE.
HORA DE LA MISERICORDIA
Jesús llamó" hora de la misericordia " a las 3 de la tarde, por ser la hora de su muerte diciendo:
"A las 3 de la tarde implora mi misericordia, especialmente para los pecadores y, aunque sea por un momento, contempla mi pasión; sobre todo el abandono en el momento de mi agonía. Esta es la hora de la gran misericordia para todo el mundo. En esta hora no negaré nada al alma que lo pida por los méritos de mi pasión."(IV,59)
ORA CADA DÍA, A LAS TRES DE LA TARDE:
"Expiraste Jesús, pero tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas, y el océano de tu misericordia inundó al mundo entero.
¡ Oh!, fuente de vida, insondable misericordia Divina, inunda al mundo entero derramando sobre nosotros hasta tu última gota de sangre."(IV,59)

DOMINGO DE LA MISERICORDIA

PALABRAS DE JESÚS, SOBRE EL DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA

" El Domingo siguiente al de pascua de resurrección se celebrará la fiesta de la misericordia. Ese día, los sacerdotes deberán predicar a las almas de mi infinita misericordia."(II,40)
"El alma que acuda a la confesión y reciba la sagrada comunión, obtendrá el perdón total de sus culpas y del castigo."(III,138)